lunes, 30 de junio de 2014

El piano hiere la noche

El silencio de la noche dejaba penetrar por las ventanas el quejido de las notas de un piano, pareciera que gritara al mundo su tristeza a través de una melodía preñada de melancolía, ella se estremeció al escucharla, se asomó a la ventana intentando averiguar de dónde salía ese lamento, no se divisaba ninguna luz encendida, ningún atisbo que le indicara de quién era aquél alma rota que bramaba  en la noche.  En el primer piso del edificio de enfrente, con la única luz de una farola que alumbraba  con tibieza la estancia Fréderic se debatía en duelo con sus fantasmas su lamento era desgarrador, a ella se le llenaron los ojos de lágrimas, aguzó sus oídos intentando que esas notas que herían la noche la condujeran hasta su ventana, la melodía cesó de repente y la incandescencia de un cigarrillo se dejó ver en el primer piso del edificio de enfrente, tan solo pudo distinguir su silueta pero no necesitó más para saber que le entregaría su corazón… 


Veda Lontana

No hay comentarios:

Publicar un comentario