viernes, 19 de diciembre de 2014

Desvelo de invierno


Apoyó la frente en la ventana y apenas la había posado la retiró hacia atrás al sentir como el helor del cristal recorría su cuerpo estremeciéndolo con un escalofrío, que diferentes eran los desvelos en verano pensó, donde la noche es cálida y por las ventanas se cuelan las voces de los enamorados que llegan al albor envueltos en risas y besos. Intentó atisbar la ventana del primer piso sin tocar el cristal pero no consiguió ver nada, aguzó el oído pero con esos recios cristales todo era silencio, se fue a la habitación, se puso unos guantes, un gorro y un abrigo, volvió a la ventana, la abrió de par en par y asomó la cabeza, allí estaba la incandescencia del cigarrillo pero los acordes del piano eran mudos, maldito invierno masculló, se dirigió a la cocina cogió un paquete de garbanzos y comenzó a lanzarlos en dirección a la ventana, su puntería era pésima, agarró un puñado y los tiró de golpe oyó como varios de ellos impactaban contra el cristal, la incandescencia del cigarrillo se acercó a la ventana, eh! aquí arriba, ¿pero te has vuelto loca? no, es que no puedo escuchar el piano, oír su melodía reconforta mi desvelo, se acurrucó en el sillón bajo la ventana y las notas comenzaron a invadir la madrugada abrigando su alma huérfana de sueño…

Veda Lontana 

5 comentarios:

  1. Gran relato para una noche invernal de insomnio. Muy bueno. Un saludo

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    1. Gracias Ana Lía la noche te hace soñar dormido o despierto...

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  2. Muy interesante relato acerca del insomnio invernal, el tedio y la soledad son aplastantes.

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  3. Muy vivido e interesante relato sobre el insomnio invernal donde prima el tedio y la soledad insoportables.

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    1. Gracias Luis, quizás sólo quizás alguna de esas noches de desvelo ambos se hagan compañía...

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