Ante
la inmensidad del mundo uno ocupa un espacio insignificante, tan insignificante
que se antoja vergonzoso pensar en problemas propios, es en ese momento cuando el
dilema del ser al verse frente a un todo comienza a surgir y lo atrapa el miedo
al desamparo y el egoísmo emana por sus poros, no merezco esta soledad grita,
pero su voz enmudece ante un mundo que gira a su propia velocidad. Solo en el
momento en que toma conciencia de su propia contradicción interna comienza a
aclarar su confusión y su soledad adquiere sentido y su miedo desaparece
porque aunque el mundo ignore su existencia él sabe que existe y desde ese
espacio insignificante que ocupa se hace inmenso frente a un mundo que ahora se
le antoja pequeño…
Veda Lontana
No hay comentarios:
Publicar un comentario