lunes, 23 de marzo de 2015

Extraña ausencia




Con las fotos de los retazos de su vida en el regazo fue recomponiendo su historia, es curioso como el dolor no nos duele a todos de la misma manera, reflexionó en silencio desde la soledad de esa extraña ausencia que padecía. Revestida de indiferencia pasaba días encerrada en aquél habitáculo de cincuenta y cuatro metros cuadrados, se vestía con sus ropas, incluso se ponía unas gotas de su perfume para que su presencia la acompañara, no se atrevía a abrir la ventana por miedo a que su olor escapara, el dolor le resultaba indiferente, se sentía incapaz de derramar una sola lágrima. Cogió entre sus manos una fotografía y al contemplarla supo que tenía que esbozar una sonrisa, había escrito sobre ella ‘Las palabras no solo cambian lo que percibimos sino también lo que hacemos’, esas palabras la envolvieron como una cálida manta, era capaz de sentir el dolor pero no de darle un valor emocional, eso le había dicho el médico años atrás, desde ése mismo día con una paciencia y amor infinitos él había guiado sus emociones para que pudiera reconocerlas, le había enseñado que ante una perdida la emoción que se siente es de tristeza y que esa tristeza a menudo se expresa con llanto, por eso, no le asustaba que las lágrimas sin derramar pudieran envenenar su alma de tristeza, porque en ella las sensaciones físicas y emocionales no se entremezclaban.


Siguió ojeando fotografías, en todas había una leyenda que expresaba una emoción, agarró una al azar, ella estaba delante de él que la tenía abrazada por detrás, al dorso se podía leer, tu extraña enfermedad me podría haber hecho huir de ti, nadie me lo hubiera reprochado, se hace duro ver que la persona que amas no sabe cuando debe reír, llorar, estar alegre o triste, enfadada o contenta, a veces dudé de si me querías, no me lo tengas en cuenta, por favor, sé que aunque no lo pudieras reconocer o expresar tu amor por mí era cierto, en algunos momentos envidié tu indiferencia para con la vida, que injusto fui amor, si hubieras podido sentir te hubieras apiadado de mi. Recuerda: esta foto expresa amor, debes sentirte feliz. Ella la contempló y sonrió…

Veda Lontana

jueves, 5 de marzo de 2015

De chopos y pensamientos




Se tumbada entre los chopos y mirando al cielo pasaba horas contemplando el tintineo de las hojas que parecían interpretar una melodía de colores, el viento las mecía de un lado a otro y ellas dejándose vapulear se erguían sabedoras de su belleza.

Aquél lugar era el refugio secreto de su nostalgia, el rincón de sus sueños imposibles, por ello, cuando los pensamientos invadían su cabeza para estorbar el momento, encendía su pequeño reproductor y dejaba que la voz de Bianca Castafiore  hiciera vibrar  el temperamento de los robustos chopos recobrando, de ese modo, la simbiosis perdida.

Aquella tarde se levantó una brisa suave que se tornó violenta, las hojas de los chopos comenzaron a agitarse con furia, el sol se replegó detrás de las nubes tiñendo la tarde de un gris anodino, comenzaron a caer gruesas gotas de lluvia que rebotaban juguetonas sobre las hojas de los chopos, allí tumbada contemplaba el espectáculo hasta que comenzó a sentirse intimidada por la intensidad con la que las gotas caían, se levantó y se echó su pequeña manta sobre la cabeza, el aire olía a tierra mojada, aspiró con fuerza sintiendo como su cuerpo se embriagaba,  extendió los brazos  tirando de las puntas de la manta y empezó a girar sobre si misma mirando al cielo, la lluvia empapaba su cuerpo pero ella continuaba girando con la mirada en las infinitas copas de los chopos que se movían amenazantes como si le estuvieran riñendo a las nubes, de repente oyó gritar a su pensamiento ¿qué ha sido verdad en él?, ¿qué ha sido verdad en él?, calló de rodillas exhausta al suelo mientras su pensamiento le repetía una y otra vez ¿qué ha sido verdad en él?, ¿qué ha sido verdad en él?, observó su pequeño reproductor ahogado por el agua y sujetándose la cabeza comenzó a vociferar all’ alba vinceró, vinceró, vinceró…

Veda Lontana