Escondida
bajo las sábanas intentaba apaciguar su interior sublevado que se negaba a la
rendición, todo aquél asunto le había generado tal estado de ansiedad que le
resultaba imposible conciliar el sueño, fumó un cigarrillo tras otro y aunque
le había prohibido a su mente viajar por los recuerdos ésta se fugaba y le
traía los tiempos limitados que habían compartido, se enfadaba con ella porque
la obligaba a ver lo que no quería reconocer y es que jamás la puso en valor
como para querer compartir las promesas que le hizo, con ella nunca existirían
fotos, ni encuentros familiares, ni fines de semana, ni paseos por la playa,
con ella más de media hora era una eternidad que lo impacientaba, siempre
estaba ocupado para todo lo que le propusiera por lo que se fue alejando y
replegando en su dolor intentando olvidar que ella lo quería compartir todo, por
eso, cuando lo vio abrazado a otro cuerpo estalló en mil
pedazos, no le permitió a su mente que se regocijara en su fracaso, ni que la invadiera con reproches tortuosos pero ella siempre al acecho emponzoñaba su alma hasta que agotada la rabia sobrevenia el llanto...
Veda Lontana
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